Empieza nuestra aventura

Todo empieza con una semilla.
Una tan pequeña que cabe entre los dedos, pero con fuerza suficiente para cambiarlo todo.
Así también empezó La Tierna.

Un día cualquiera —con las botas llenas de barro y la cabeza llena de ideas— nos miramos y dijimos:
¿Y si llevamos nuestras verdinas al mundo?
Pero no como un producto más, no como quien vende sin alma.
Queríamos hacerlo como se hace en el campo:
con tiempo, con mimo y con mucho corazón.

¿Quiénes somos?

Somos Nono y Romer, dos tipos bastante distintos.
Uno de aquí, de Valdés, que aprendió a plantar antes que a escribir.
El otro, de Carabanchel, que vino buscando aire limpio y encontró tierra fértil (y alguna que otra ampolla en las manos).
Juntos cultivamos, reímos, aprendemos y nos manchamos hasta las cejas.
Porque esto es así: el campo enseña y el barro no engaña.

¿Y qué es La Tierna?

Es nuestra forma de compartir lo que amamos.
Es una tienda, sí, pero también una historia.
La de unas verdinas nacidas al ritmo del Cantábrico,
la de una tierra generosa que huele a sal y a verde,
la de un trabajo hecho con mimo, como se hacían las cosas antes.

Cada verdina que enviamos es parte de nosotros.
Lleva el esfuerzo, la lluvia, el viento de Luarca,
y esas bromas de pueblo que suenan mejor con una sidra en la mano.

¿Por qué ahora?

Porque creemos que lo bueno merece ser contado.
Porque en un mundo de prisas, apostamos por lo lento y lo honesto.
Y porque hay algo que nadie nos puede quitar:
las ganas de sembrar bien y compartir mejor.

Así que sí:
empieza nuestra aventura,
y ojalá tú también formes parte de ella.

Bienvenid@ a La Tierna.
Aquí, cada verdina cuenta.